Castillos medievales
La ingeniería hidráulica en los castillos medievales era un factor vital para garantizar el desempeño conveniente de la fortaleza y agradar las necesidades básicas de sus ocupantes. La utilización de norias y molinos de agua no solo probaba la avanzada tecnología de la época, sino asimismo evidenciaba la creatividad y el talento de los constructores medievales para explotar los elementos naturales de manera eficiente. El Castillo de Château de Chillon, en Suiza, luce por su adelantado sistema de baños de vapor, que representan un caso de muestra inusual de ingeniería hidráulica en castillos medievales. Estos baños, construidos en el siglo XIII, usaban un ocurrente sistema de calderas y cañerías para calentar el agua y crear un ámbito de vapor relajante y terapéutico. Transcurrido un tiempo, una vez que las puertas se convirtieron en puntos fuertes en lugar de puntos enclenques, se utilizaron aun como viviendas, particularmente por el alguacil del castillo, que era el responsable de su gestión diaria.
Castillos rodeados de agua
Con frecuencia eran dos los rastrillos en la puerta principal, el de la parte interior reservatório Elevado metálico se cerraba primero y luego el de afuera, logrando de esta forma atrapar el enemigo y, en ocasiones, se dejaba caer madera ardiendo y pez o arena calentada al fuego sobre ellos desde orificios en el techo. El aceite ardiente, sin embargo, no se usaba comúnmente, al revés de la creencia popular, puesto que era extremadamente costoso.[1]​ Había con frecuencia aspilleras en las paredes laterales, ReservatóRio Elevado MetáLico lo que dejaba a los arqueros y ballesteros eliminar al conjunto de atacantes atrapado. Los diseñadores de castillos debían pensar en una forma de sobrepasar este enorme inconveniente. Obviamente, no se podría crear un castillo sin la entrada primordial, ya que la gente y los abastecimientos necesitaban una forma de ingresar y salir del castillo en tiempos de paz. En los tiempos medievales siguientes, los castillos comenzaron a transformarse en inmuebles espléndidos, y los nobles empezaron a vivir en cámaras mucho más suntuosas, con la fortaleza usada exclusivamente como una fortaleza. Al lado de la puerta de entrada al yacimiento arqueológico podemos encontrar los restos de dos tumbas de planta cuadrada, separadas físicamente por pocos centímetros, aunque por un tiempo por 8 siglos de historia. Los descubrimientos arqueológicos en la zona evidencian la importancia y simbología sagrada del lugar desde temporadas precedentes e inclusive tras la conquista romana.
Iconos de la ingeniería hidráulica en castillos medievales
Construida de obra, para un solo ocupante y puesta en las esquinas más salientes de los bastiones fue muy empleada en la fortificación abaluartada. Se presume que el conglomerante sea la argamasa puesto que cuando no es de esta manera se cita de manera expresa como en el caso, por servirnos de un ejemplo, de la factoría de piedra en seco, la de ladrillo con yeso, etcétera. Refuerzo inferior de una torre o cuadro de muralla para evitar el acercamiento del enemigo y desviar lateralmente los proyectiles. Todas las piedras labradas en forma de cuña que componen arcos, cúpulas, etc.. Conjunto constructivo situado en los huecos de las ventanas conformados por un mirador con antepecho y dos bancos de obra enfrentados, adosados a todas las jambas del hueco en el muro. Sistema de calefacción de bajísimo rendimiento compuesto por un hogar abierto donde arde el combustible y una conducción de humos ubicada inmediatamente encima, por donde van los humos al exterior. Si bien en los castillos ahora se comienzan a construir chimeneas en el siglo XIV, su empleo no se generaliza hasta el XV.

Esta compuesto por una entrada que, a poco de penetrar en el castillo efectúa un giro de 90º, impidiendo la entrada en tropel. Pasarela de madera abatible o corredera que se usaba para salvar fosos o cuando se buscaba poder remover de forma fácil un acceso a parte del castillo. Obra protectora de las puertas, compuesta por un tablero abatible que salva el vacío que existe entre el ingreso, en todos los casos alto sobre el nivel del foso, y la contraescarpa. Cuando esta última está alejadísima se crea un puente de obra o madera que a una distancia de la fortaleza de la altura de la puerta se interrumpe bruscamente. En cualquier caso el puente levadizo gira sobre unos goznes colocados en el lado de la puerta y a través de un sistema de elevación manipulado desde el interior, se puede recoger. Así se corta el ingreso y se protege, incluso, el papel de la puerta.
Caballero medieval
Es un complejo de óxido de hierro, resina de lentisco y arcilla roja primordialmente. El lentisco es un arbusto resinoso de cuyo leño se quita una goma llamada almáciga o mantisque. Una parte del tejado que se destaca de la pared con objeto de protegerla de las aguas vertidas por las tejas y de la lluvia directa. Espacio amurallado sin dependencia del castillo pero unido a él, donde estaban ubicadas las viviendas de la población de una villa. Era lo suficientemente extenso como para, en el caso de necesidad, proteger todo el ganado de los pobladores puesto que solía contar con bastante espacio abierto. Es una celosía de reja de madera, metal o una combinación de los dos, que se monta sobre ranuras verticales en las paredes del castillo y que puede ser levantada o bajada rápidamente por medio de cadenas o cuerdas unidas a cabrestantes e incluso sistemas de contrapesos. El frío, las sequías, el apetito o las guerras fueron algunas de las catástrofes que se padecieron durante diversas etapas de la Edad Media.